Rob Hull iba camino a su casa en su motocicleta cuando fue atropellado por un camión. El impacto fue tan grande cuando lo arrojo el camión que su cabeza golpeo el asfalto mientras su cuerpo cayó en la carretera.
Luego su amada esposa Keri y sus hijos Mason y MJ salieron corriendo al hospital, al igual que sus familiares y amigos para orar inmediatamente por la vida de Rob.
“No tenía ni la más remota idea de que anda en su motocicleta”, alego Keri. “Escuche una mujer al otro lado de la línea que decía: Tu esposo está bien; sin embargo, sufrió un terrible accidente de motocicleta y lo llevan directo al hospital”.
“Enviamos mensajes de texto a todos nuestros conocidos para orar por Hull porque no sabíamos la magnitud de lo que había ocurrido”, indico su hija MJ.“Por medio de la oración, sabemos que Dios hace milagros.
Era evidente que necesitábamos orar. Teníamos que tener gente a nuestro alrededor que estuvieran a la par de nosotros orando por mi esposo”, manifestó Keri.
“Me acuerdo que mire sus botas y su ropa en el suelo y estaban todas rotas, eso me golpeo el alma y sabia que algo andaba mal”, agrego.
“Cuando llegue a su lado, pude ver que sus heridas del camino en todo el lado derecho de su cuerpo”, agrego la esposa de Rob.
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Hull entraba y salía de la conciencia cuando esperaba los resultados de la tomografía computarizada. Al final, Keri hizo una videollamada a sus hijos en el celular.
Pasada varias horas después, recibieron la increíble noticia. Los doctores concluyeron que pese a que Rob había sufrido una fuerte lesión cerebral traumática, podría irse a su casa esa misma noche.
“Esto definitivamente no es suerte, es Dios, soy una persona bendecida por el Señor, porque yo sé que él estuvo conmigo en todo momento”. Hull se pudo recuperar en su totalidad, gracias a las intensas e imparables oraciones de sus familiares, amigos y conocidos.
“Me siento agradecido porque fue Dios el que salvo mi vida, es decir, pudo haberme llevado a casa y haber despertado en el cielo y no saber que fue lo que paso”, testifico la víctima.
“Cuando desperté estaba tirado en el suelo y no sabía que había pasado. Pudo haber sido una transición al cielo; sin embargo, me siento inmensamente agradecido de que el Señor me haya perdonado”, finalizo Rob.
“El consuelo de nuestros amigos y familiares orando por mi esposo fue maravilloso, ya que pude sentir paz por parte del Espíritu Santo y todo esto gracias a la oración”, recalco su esposa Keri.
Fuente Guíame