El pastor y evangelista Yiye Ávila nació el 1 de septiembre de 1925, en el barrio de Camuy Alto, en Camuy. Estudió pre médica con la intención de dedicarse a la medicina; sin embargo, se fue por el lado de la enseñanza y termino siendo maestro de química y biología por alrededor de 22 años.
Antes de proclamar el Evangelio, Ávila se destacó como un gran deportista, jugando como pelotero en la AA con el equipo de Camuy Arenas. En el año 1988 creó la “Cadena del Milagro”, donde el mensaje del Evangelio se transmitía a más de 128 países en el mundo.
Su fallecimiento estremeció a miles de personas por todo del mundo, que pudieron conocer la Palabra de Dios por medio de este siervo del Señor, que desde 1960, con su famoso ministerio “Cristo Viene”, pudo difundir el mensaje de salvación en todos los medios posibles. Ávila, tenía 53 años sirviendo en su ministerio y a sus 87 años de edad sufrió de un infarto cuando dormía.
En esta ocasión el pastor nos remarca algo sumamente importante y es que no podemos irnos a dormir sin antes orar. Ya que muchos cristianos creen que estar aquí en la tierra es un pasadizo cristiano y en realidad es todo lo contrario, la lucha espiritual es continua y si te descuidas te destrozan. Es una pugna diaria, inclusive cuando dormimos, puesto que el enemigo está maquinando para ponerte un sueño sucio y poder descontrolarte la mente.
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Por ende, el creyente tiene que orar y decirle a Dios que deseamos soñar con él y sus ángeles. Tenemos que orar antes de dormir porque el diablo aprovecha cualquier oportunidad. Recuerden que el Señor no nos da sueños perturbadores, Él es toda pureza y santidad.
Los sueños pueden ser enviados por Dios o por el maligno. Es de vital importancia poder discernirlos, sin obsesionarse, ya que Dios nos dirá, en su momento, qué viene de él o no. Es recomendable la oración nocturna antes de dormir, para evitar malos sueños y confusiones.
Cuando dormimos el alma continuamente busca a Dios. Desea estar en contacto con el Señor que todo lo sabe. La oración es el caminar del cristiano con Dios, porque nos conecta con Él y nos deja un espacio en el corazón de aquel que ora para escuchar la voz del Señor.
La biblia dice “orad sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17). Cualquier cosa que interrumpa nuestra conexión con Dios o nos lleve a la autosuficiencia, es un completo error. El mismo Jesucristo nos enseñó como vivir una vida llena de oración.
A continuación compartimos el recuerdo y las enseñanzas de nuestro hermano Yiye:
Fuente Noticias Cristianas 24