Lamartine Posella es un pastor que advirtió a los cristianos sobre los acontecimientos que están pasando en el Mar Muerto en un escenario profético específicamente un lugar único y famoso por tener el punto más bajo y árido del planeta.
De acuerdo con Posella 3 profecías de Ezequiel están cobrando vida en ese increíble punto del planeta.
El pastor subrayó que este sitio es de agua salada, pero ahora el agua está saliendo dulce en las orillas del Mar Muerto, y esto coincide precisamente con la profecía de Ezequiel 47: 8-9 dice así:
“Y me dijo: Estas aguas salen a la región del oriente, y descenderán al Arabá, y entrarán en el mar; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas. Y toda alma viviente que nadaré por dondequiera que entraren estos dos ríos, vivirá; y habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, y recibirán sanidad; y vivirá todo lo que entraré en este río”.
Además del agua dulce, también la vegetación ha cambiado hace poco porque el contenido de sal del Mar Muerto impedía que hubiera vida en el agua, sin embargo, con el agua dulce que viene de los cráteres que se están abriendo en las orillas, la vegetación ha vuelto a tener vida.
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A su vez, Lamartine indico que ahora es posible ver peces nadando en los cráteres, lo que según él se cumple en la profecía de Ezequiel y es una señal de los tiempos finales.
El pastor y hebraísta Luiz Sayao y Aline Szewkies del canal “Aline en Israel” en YouTube son otros expertos que han estado observando estos fenómenos y lo relacionan como señales del fin de los tiempos.
Aline alega que hace unos 20 años ese lugar estaba muerto, seco y salado. De hecho, él desvió del agua del río Jordán que debería llegar al Mar Muerto, ayudo a que bajara.
Pero en los últimos años el Mar Muerto retrocedió y los cráteres que reciben agua de Jerusalén están dándole vida al paraje en forma de aves, peces y vegetación.
Es importante saber que la razón más importante en la que podemos confiar es en la profecía bíblica, ya que al igual que el resto de las Escrituras, nos fue dada por el Creador del universo.
Es divinamente inspirada, infalible, perfecta y verdadera. Dios no puede mentir (Tito 1:2), y la credibilidad de la profecía bíblica nace en el carácter y el conocimiento de Dios: “Qué anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero” (Isaías 46:10).
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Fuente: Noticia Cristiana