Una mujer cristiana con fuertes y profundos valores conservadores basados en las Sagradas Escrituras fue elegida como la primera mandataria en todo la historia de este país, hablamos precisamente de las recientes elecciones presidenciales realizadas en Hungría. Su nombre es Katalin Novak y tiene 44 años de edad, ella forma parte de un partido que apoya la agenda conservadora y que a su vez pertenece también Viktor Orban, el primer ministro del país.
La actual presidenta ganó gracias al apoyo de 137 legisladores, ganando a 541 votos de sus contrarios como Peter Rona. La victoriosa mandataria dijo “Dios ayúdame por favor”, estando en la contienda. Nacida en Szeged, al sur de Hungría, Novák cuenta con un título universitario en relaciones internacionales y derecho en Hungría.
Además, estudio politología y administración en Francia.Antes de ser candidata a la presidencia, la revista estadounidense Forbes la eligió como la mujer más influyente de Hungría. La nueva presidenta cuenta con una amplia experiencia diplomática y domina a la perfección cuatro idiomas aparte del húngaro como: el alemán, español, francés e inglés. Es una aficionada al deporte, ya que practica boxeo y corre maratones desde los 18 años de edad. Su esposo, István Veres está al mando de la Oficina de Mercados de Divisas del Banco Nacional de Hungría.
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La exministra de Asuntos de Familia hizo su juramento frente al Parlamento. En su discurso, aseguró que servirá a la nación con alma, corazón y mucha fe. Novak sostuvo a un canal cristiano finlandés llamado Huvila, para TV7 en pleno Desayuno Nacional de Oración en Hungría, lo siguiente: “Es obvio que hay críticas por todas partes; sin embargo, cuando pensamos en la Biblia, la decisión correcta no siempre la encontramos a mano. Pero, si tenemos la mente en la eternidad, las críticas es lo que menos nos debe de preocupar”.
Por otro lado, indico que la oración es de vital importancia dentro de su agenda cada día. “No es fácil leer las Sagradas Escrituras día a día, pero tengo bastante tiempo haciéndolo. Apenas me levanto la leo y siento que me da seguridad. A su vez nos recuerda cada día que la tierra es de Dios y no nuestra y el poder es lo mismo, no es de nosotros sino de nuestro Señor”.
“No podemos estar orgullosos de nuestros logros, ya que todo lo que hacemos es gracias a Dios”, manifestó. “Cuando me recuerdo esto a diario, espero hacer los mejores decisiones”, alegó. Cada oportunidad que tengo, glorifico a Dios, reconociendo que su autoridad y poder sobre la tierra son el factor importante que me ayudan a enfocarme a la hora de ejercer el cargo dentro de la política y no tomar las costumbres del mundo como el ego, la sed de poder sobre otros y la vanidad.
Fuente Guíame