Un equipo de arqueólogos de la Universidad Hebrea ha realizado un descubrimiento verdaderamente asombroso: una inscripción excepcional que reproduce una parte del Salmo 86 en griego koiné, el griego utilizado en el Nuevo Testamento.
Este emocionante hallazgo tuvo lugar en la Fortaleza de Hircania, una antigua construcción que data de la época del Segundo Templo y se erige majestuosamente en una colina en el desierto de Judea, a unos 17 kilómetros al sureste de Jerusalén.
La inscripción, realizada en letras rojas y situada debajo de una cruz, estaba grabada en una gran piedra utilizada en la construcción. El mensaje decía lo siguiente:
“Jesucristo, guárdame, porque soy pobre y necesitado. Guarda mi vida, porque te soy fiel”.
Este pasaje corresponde al Salmo 86 en hebreo, conocido comúnmente como “la oración de David”, cuya primera línea dice: “Escúchame, Señor, y respóndeme”.
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Según los investigadores, esta inscripción data del siglo V d.C. y es probable que haya sido creada por una comunidad de monjes cristianos bizantinos que habitaban la zona. El Dr. Avner Ecker de la Universidad Bar-Ilan, quien colaboró en la interpretación de la inscripción, señaló que la escritura presenta pequeños errores gramaticales, lo que sugiere que el autor no era hablante nativo de griego, sino probablemente alguien de la región que hablaba una lengua semita.
La excavación de Hyrcania 2023 fue dirigida por el Dr. Oren Gutfeld y Michal Haber de la Universidad Hebrea, en colaboración con la Universidad Carson-Newman (Tennessee) y el programa American Veterans Archaeological Recovery, que utiliza la arqueología para ayudar a los veteranos de las fuerzas armadas de EE.UU. a reintegrarse en la vida civil.
Además de esta adaptación del Salmo, se encontró una inscripción similar en las cercanías que aún está siendo analizada. Estas inscripciones son las únicas encontradas en piedra que contienen salmos en griego koiné, a diferencia de pergaminos u otros materiales, según los arqueólogos.
La excavación piloto, realizada a principios de este año, marcó la primera vez que se llevó a cabo una “excavación arqueológica académica y metodológica” en el sitio, según la universidad. Anteriormente, el sitio había recibido algunas visitas breves de arqueólogos europeos, siendo la última en la década de 1950, cuando un arqueólogo belga descubrió un tesoro de documentos en papiro después de ser guiado al sitio por beduinos. En ese momento, la zona estaba bajo el control de Jordania.
Además de este emocionante descubrimiento, en el sitio arqueológico se encontró un diminuto aro dorado de aproximadamente 1 centímetro de diámetro, adornado con una joya turquesa grabada con la expresión árabe “Mashallah” (por voluntad de Dios). Según la inscripción, el anillo pertenece al período del califato omeya (siglos VII al VIII d.C.), posterior a la conquista islámica de la región, y posiblemente se utilizó como sello. Se cree que la turquesa misma proviene de Persia.
Fuente: Biblia Todo