La mayoría de la gente cree que la falta de problemas es tener paz; sin embargo, tener paz es estar confiado que en medio de los problemas existe un Dios grande y poderoso que trabaja para que todo salga bien.
Es por eso que en esta ocasión resaltaremos los 5 enemigos que te roban totalmente la paz.
1- La Ansiedad: Cuando una persona está pasando por un problema, el querer resolver dicho problema puede generarle ansiedad. Una persona ansiosa se desespera por tomar el control de la situación. Dios tiene la palabra correcta en la Biblia para todas esas personas ansiosas en Pedro 5:7 “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes”.
2- La Culpa: Cuando pecamos, el sentimiento de culpa hace que la persona no esté en paz y se aleje del Señor. Lo mejor que se puede hacer es confesar la falta y pedir perdón; una vez que el pecador se arrepiente, Dios lo perdona y lo limpia de su pecado. En 1 Juan 1:9 nos recuerda lo siguiente: «Pero si reconocemos ante Dios que hemos pecado, podemos estar seguros de que él, que es justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad».
3- La incredulidad: No se puede estar en paz en medio de una situación compleja si no tenemos fe. La fe es nuestra única garantía de paz, ya que reafirma la confianza y la seguridad en Dios que se encargara de ese problema. En Marcos 9:24 dice: «E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad». Cuando somos personas incrédulas, el Señor es el único que nos puede ayudar. A su vez, en Filipenses 4:7 nos dice: «Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús».
4- El Miedo: El temor es uno de los enemigos de la paz, ya que genera inseguridad y es un tremendo obstáculo para la fe. La manera de encarar el miedo es con la ayuda de las Sagradas Escrituras, tal como lo dice el Salmo 56:3 «Cuando siento miedo, confío en ti, mi Dios, y te alabo por tus promesas; Confío en ti, mi Dios, y ya no siento miedo. Nadie podrá hacerme daño jamás».
5- La preocupación: Este es un enemigo que te roba la paz, además trae miedo e inseguridad sin olvidar que puede afectarte la salud no solo física sino mental. La preocupación hace que el problema se convierte en el eje donde se centra toda la atención. Cuando alguien está preocupado no puede dejar de pensar en la situación que está viviendo. El mejor remedio para la preocupación está en Filipenses 4:6: “Por nada estéis afanosos, si no sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.
Fuente:BibliaTodo Noticia