Las Sagradas Escrituras nos dicen que existen 2 tipos de personas: la carnal y la espiritual. Una personal carnal es la que anda de acuerdo a los deseos de su carne, la cual representa la naturaleza pecaminosa del ser humano que proviene de la vieja naturaleza del hombre caído que seria Adán.
Es por eso que el término carnal representa todo lo concerniente a las cosas que corrompen y ensucian la espiritualidad del hombre. Por otro lado, el hombre espiritual es el que vive de acuerdo a la voluntad del Señor, guiado en todo momento por el Espíritu Santo conforme a la Biblia y teniendo una comunión continua con el Señor.
Una persona espiritual está pendiente de las cosas espirituales, buscando imparablemente las cosas de arriba y está interesada en alcanzar el Reino de Dios. ¿Ahora bien, muchos se preguntarán existe una persona creyente carnal, es decir, se puede ser hijo de Dios viviendo en la carne? Y la verdad es que si hay personas creyentes carnales.
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Estas son 7 preguntas que te ayudaran a identificarte mentalmente como una creyente carnal o espiritual, las cuales son:
1- Que piensas la mayoría del tiempo en las cosas terrenales o en las del cielo?
2- A que te dedicas la mayor parte del día en las de la tierra o las espirituales.
3- Disfrutas más las cosas espirituales o las del mundo?
4- Que haces en tu tiempo libre buscas la presencia del Señor o estás pensando en las cosas que te gustan?
5- Antes de acostarte tus pensamientos están enfocados en las cosas del hombre o de Dios?
6- Al comunicarte con otras personas mencionas la Biblia o prefieres hablar de cosas que no son edificantes?
7- Tu búsqueda está enfocada en pasar tiempo con Dios o vives afanado por el día de mañana?
Es vital que medites en estas preguntas de forma sincera delante del Señor, si tus respuestas son espirituales, debes seguir avanzando en Dios, manteniéndose nutrido de las Sagradas Escrituras todo el tiempo que puedas y orando lleno del Espíritu Santo.
Sin embargo, si tus respuestas están más por el lado carnal, tiene que pedir que el Señor te ayude a alimentarte en el Espíritu con oración y las Sagradas Escrituras, dejando de satisfacer tus deseos pecaminosos y más bien enfocándote en ejercitar los sentidos y así poder discernir el bien y el mal.
Fuente: Guíame