Por las redes sociales está circulando un vídeo que se ha hecho viral donde se puede apreciar a un sujeto completamente enojado que ataca a David Llyn, un evangelista callejero en el Reino Unido; sin embargo, paso algo increíble.
Mientras Llyn predicaba el mensaje de salvación, aparece un hombre violento y enojado por lo que estaba haciendo David y lo empezó a insultar alegando de porque predicaba su “inútil religión”.
Por otro lado, el evangelista le pregunto por qué gritaba y minutos después el enardecido hombre le pregunto de donde era, a lo que el predicador le explico lo siguiente: “Yo soy de este planeta; sin embargo, pertenezco al reino del Señor”.
Luego de la plática, el hombre se enojó mucho más de lo que ya estaba y comenzó a empujar a la gente y es ahí donde David le dice: “Hay algo que debes saber y es que serás juzgado por lo que estás haciendo e irás directo al infierno, ya que dentro de ti sabes que lo que estamos diciendo es cierto”, manifestó.
“Es por eso que no puedes seguir así y por ende estás enojado, puesto que hay alguien que está tocando la puerta de tu corazón. La verdad te hará libre y si tú la aceptas serás verdaderamente libre”.
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Cuando el hombre escucho estas palabras empezó a estar más relajado y su actitud cambio por completo.El evangelista le dijo si quería aceptar al Señor como su único y suficiente salvador, y el hombre emocionado y realmente conmovido acepto, dándole un fuerte abrazo a David.
Como podemos apreciar el cristianismo, no es una religión. Según la biblia, es una relación con Jesucristo. El cristianismo es Dios ofreciendo la salvación a todo aquel que cree y confía en el sacrificio de Jesucristo en la cruz.
Es recibir el regalo que Dios ofrece y empezar una relación personal con Jesús que resulta en el perdón de los pecados y una eternidad en el cielo después de la muerte.
Un hombre en la ciudad griega de Filipos le hizo una pregunta similar a Pablo y a Silas. Este hombre era carcelero, un pagano y estaba desesperado. Él había estado al borde del suicidio cuando Pablo lo detuvo.
Y es entonces cuando el hombre preguntó, “¿Qué debo hacer para ser salvo?” (Hechos 16:30). El simple hecho de que el hombre hiciera esta pregunta, demuestra que él reconocía su necesidad de la salvación y reconociendo que necesitaba ayuda.
Fuente Noticia Cristiana