Los expertos aseguran que, aunque no se poseen pruebas concluyentes, se han identificado indicios que sugieren la presencia de actividad humana ancestral y la manufactura de cerámica en una zona remota del este de Turquía. Algunos incluso plantean la posibilidad de que este lugar sea el mismísimo punto de aterrizaje del Arca de Noé.
El Proyecto Durupinar, reconocido por su distintiva forma que se asemeja a un barco, ha desvelado nuevos hallazgos que podrían señalar los primeros pasos en el proceso de cocción de arcilla para la creación de cerámica. Estos descubrimientos fueron anunciados en un simposio en la Universidad Técnica de Estambul, donde se presentaron los resultados de investigaciones recientes llevadas a cabo en esta singular formación geológica.
Los resultados aún se encuentran en proceso de análisis por parte de expertos de diversas universidades.
En diciembre de 2022, un equipo empleó un radar de penetración terrestre para investigar el sitio, descubriendo capas subterráneas y estructuras angulares de gran interés. Según el Proyecto Descubierto del Arca de Noé, estas características no parecen ser típicas de formaciones geológicas naturales. Las pruebas iniciales en muestras de rocas y suelo sugieren la posibilidad de actividad humana en este lugar hace aproximadamente 5.000 años.
Además, se han hallado artefactos arqueológicos que denotan un conocimiento avanzado en la manipulación de la arcilla.
“Estos eran polígenos, compuestos por pequeños y grandes granos finos de arcilla, arena, limo, granos casi del tamaño de grava y rocas de diversas procedencias. Esto nos indica que estos artefactos datan de hace 5.000 años. Lo cual implica que las actividades en este sitio se remontan a tiempos muy antiguos. La gente estaba utilizando este lugar para cocer arcilla”, comentaron los científicos.
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Hasta ahora, los esfuerzos se han centrado principalmente en llevar a cabo un estudio arqueológico preliminar en la superficie, que incluye la búsqueda de cerámica y la toma de muestras de suelo y rocas. Sin embargo, se prevé que la siguiente fase involucre investigaciones geofísicas, perforación de núcleos y posiblemente excavaciones limitadas.
A los defensores de la teoría del Arca de Noé les llama la atención que las dimensiones descritas en el libro del Génesis coincidan notablemente con el tamaño de la formación Durupinar, que tiene una forma semejante a un barco.
“No podemos afirmar con certeza que el Arca se encuentra aquí, debido a la necesidad de realizar una datación exhaustiva. Se requerirá un trabajo prolongado para determinarlo”, expresó Kaky el mes pasado.
A lo largo de los años, no se ha logrado identificar de forma concluyente el sitio exacto donde descansó el Arca, ni se han encontrado evidencias que confirmen su existencia. Tanto científicos con creencias cristianas como aquellos de orientación secular han expresado reservas sobre los hallazgos presentados como posibles ubicaciones del Arca.
En 2021, el presidente de Answers in Genesis mencionó que desde 1959 se ha especulado que la formación Durupinar podría ser el lugar del Arca, pero el geólogo Andrew Snelling no considera probable que el Arca haya sobrevivido intacta hasta la actualidad.
Según los arqueólogos, no existe un consenso sobre la existencia física del Arca del Diluvio, y un geólogo sostiene que la formación en cuestión es simplemente una roca. Aunque el interés en este lugar se remonta a la década de 1970, investigaciones recientes han revelado estructuras intrigantes bajo tierra.
Fuente: Biblia Todo