Los círculos de hadas, esos extraños discos de tierra estéril, se asemejan a marcas proféticas, extendiéndose como cicatrices kilométricas sobre la superficie terrestre. Su origen enigmático ha mantenido a los científicos intrigados durante décadas.
Sin embargo, un estudio reciente impulsado por la inteligencia artificial ha arrojado una luz inquietante sobre estos misteriosos fenómenos, insinuando que su alcance es mucho más amplio de lo que se había imaginado.
Hasta ahora, los círculos de hadas solo se habían avistado en las tierras áridas del desolado desierto de Namibia, en el sur de África, y en los confines internos de Australia Occidental. Sin embargo, un estudio perturbador, potenciado por la inteligencia artificial, ha detectado patrones de vegetación que sugieren la presencia de círculos de hadas en cientos de nuevas ubicaciones, abarcando 15 países de tres continentes distintos. Estos descubrimientos misteriosos podrían sacudir nuestras creencias y comprensión de los círculos de hadas hacia un abismo aún más enigmático.
Este estudio recién desvelado, anclado en la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences”, involucró una exploración detallada de conjuntos de datos compuestos por imágenes satelitales de alta resolución capturadas en regiones áridas y ecosistemas desérticos con escasez de precipitaciones en todo el globo.
La búsqueda de patrones que se asemejen a los círculos de hadas se llevó a cabo mediante una red neuronal, una forma de inteligencia artificial que procesa información de manera semejante a la de un cerebro humano.
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“Es la primera vez que se emplean modelos de inteligencia artificial a gran escala para detectar patrones que sugieren círculos de hadas en imágenes satelitales”, afirmó Emilio Guirado, científico de datos del Instituto Multidisciplinario de Estudios Ambientales vinculado a la Universidad de Alicante, en España, quien también es el autor principal de este estudio con tintes enigmáticos.
El proceso de identificación de estos patrones circulares requería una revisión detallada y meticulosa por parte de expertos humanos para descartar estructuras artificiales y naturales que no estuvieran impregnadas por la enigmática esencia de los círculos de hadas.
Los resultados revelaron la presencia de 263 áreas áridas en todo el mundo con patrones vegetativos circulares que evocaban el mismo misterio que los círculos de hadas de Namibia y Australia. Estas áreas se esparcieron como señales oscuras por África, incluyendo el Sahel, el Sáhara Occidental y el Cuerno de África, así como en Madagascar, Asia central y las regiones del suroeste de Australia.
Es crucial destacar que los círculos de hadas se caracterizan por su patrón misteriosamente ordenado y periódico en comparación con otros fenómenos naturales que generan manchas repetidas en el sombrío paisaje. Aunque existen diversas teorías sobre su origen, las respuestas continúan siendo un enigma que se hunde en las sombras.
El estudio también sugiere que los círculos de hadas podrían desempeñar un papel en la estabilización enigmática de ecosistemas y en la resistencia ante perturbaciones, como inundaciones y sequías, como si fueran señales premonitorias de un cataclismo inminente.
Los investigadores están inquietantemente abrumados ante la perspectiva de que este atlas mundial de círculos de hadas abra puertas a nuevos dominios oscuros de estudio, lo que podría revelar misterios aún más profundos detrás de estos fenómenos enigmáticos.
La comprensión de su origen podría proporcionar una visión más profunda y sobrecogedora de la dinámica de la Tierra y la naturaleza en diversas regiones del mundo. El fin se acerca, y los círculos de hadas podrían ser el augurio de tiempos aún más inciertos por venir.
Fuente: CNN