María, la madre de Jesucristo, era una mujer de Dios y bienaventurada, pero no estuvo libre de pecado. La Iglesia Católica Romana inventó la famosa doctrina de la Inmaculada Concepción (que fue aceptada de forma oficial como dogma católico en el año 1854). De acuerdo con esta falsa enseñanza, María fue, desde su concepción en el vientre de su madre, “preservada, inmune de toda la mancha de pecado original”.La Biblia es clara al decir que solo debemos adorar a Dios. Todos los seguidores de Dios, el Señor, rechazan la adoración.
Como vemos todo esto se remontan hace mucho tiempo atrás es decir desde el tiempo de Semiramis la primera junto con su esposo Nimrod fueron los iniciadores de la idolatría babilónica. Ella fue la madre de los cultos y la famosa madre de diversas culturas como Diana y Astarot, Osiris que esta ligada con Isis. Semiramis era la gran sacerdotisa de Babilonia. El culto de Semiramis se mezclo con el cristianismo y es ahí donde nace el culto a Maria. Lo mas curioso es que la adoración a la Virgen es un culto babilónico.
Pedro y los apóstoles se negaron a ser adorados (Hechos 10:25-26; 14:13-14). Los santos ángeles se negaron a ser adorados (Apocalipsis 19:10; 22:9).
La respuesta es siempre la misma, “¡Adora a Dios!”Los Católicos Romanos intentan “desviar” estos principios Escriturales, manifestando que ellos no “adoran” a María, sino que solo la “veneran”. El frotar las cuentas del rosario es idolatría, así como prender velas o veladoras ante una estatua o imagen de María, también es idolatría.Una definición de “venerar” es “respetar en sumo grado o dar culto.”
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En ningún lugar en la Biblia nos dice que rindamos culto a alguien, sino a Dios. No hay nada de malo en respetar a aquellos cristianos fieles que se han ido antes que nosotros (ver Hebreos capítulo 11).
No hay nada malo con honrar a María como la madre terrenal de Jesús.La Palabra de Dios describe a María como “muy favorecida” por Dios (Lucas 1:28). Al mismo tiempo, no hay instrucción en las Sagradas Escrituras de reverenciar a aquellos que se han ido al cielo. ¡Debemos seguir su ejemplo, sí, pero jamás adorarlos, reverenciarlos, o rendirles culto!
De hecho, María recibe una amable corrección por parte de Jesús en Juan 2:4, algo que no fuera necesario si no tuviera pecado. El catolicismo también enseña que la referencia a María como “muy favorecida” (Lucas 1:28) y como “bendita… entre las mujeres” (Lucas 1:42) apoya la opinión de que María no era pecadora.Los católicos “veneran” a María rezándole todo el tiempo.
“Es anti-bíblico orar a María, directamente o que se les hagan peticiones como si fuera mediadora Ninguna de estas prácticas está en las Sagradas Escrituras”.
El orar es un acto de suma adoración. Cuando le oramos a Dios, estamos reconociendo que necesitamos de su ayuda. Al dirigir nuestras oraciones a alguien más que no sea Dios, estaríamos en todo caso robándole a Dios la gloria que solo le pertenece a Él.
Por otro lado, han aparecido muchas doctrinas no bíblicas, testificando que María era una virgen perpetua, que escucha y responde las oraciones y que de paso comparte nuestra redención. Sin olvidar que es una mediadora de la gracia, por nombrar algunas cosas. Los que adoran a una María están siendo “extraviados de la sincera fidelidad a Cristo” (2 Corintios 11:3).