En Tamaulipas una mujer entro a la Catedral de Tampico de forma súbita, ataco la imagen de la virgen de Guadalupe que se encontraba ahí desde hace unos 86 años y fueron los feligreses que la detuvieron.
Así sacaron a Claudia, de 48 años de edad originaria de Altamira, ya que minutos antes había destrozado la imagen de la Virgen de Guadalupe, mientras que un grupo de feligreses rezaban el rosario.
La señora empezó a agredir a la Virgen con palabras obscenas. Otros testigos aseguran que dicho ataque ocurrió en cuestión de segundos y que la mujer gritaba: “Estábamos equivocados”.
Todo ocurrió en un abrir y cerrar de ojos, es como si se le hubiera metido el mismo diablo.
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La pintura de la Virgen llego en el año de 1931 con motivos de los 400 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe. Los encargados de la catedral sustituyeron la imagen deteriorada por una nueva.
Julián Muniz Heredia, especialista en Arte Sacro, de la Diócesis Tampico, expreso lo siguiente: “Es lamentable lo que sucedió porque este es un óleo de gran valor, puesto que es una copia auténtica de la imagen de la virgen que tenemos en Tepeyac. Es uno de los tesoros de la catedral, puesto que es una copia fidedigna porque no es litografía sino un óleo”.
Por otro lado, Claudia fue arrestada por la policía estatal. Hoy en día permanece en el Ministerio Público donde se evalúa su estado mental.
Recordemos que en ninguna parte de las escrituras, Jesús o cualquier otra persona dirige alabanza, gloria o adoración a María. Elizabeth, pariente de María, alabó a María en Lucas 1:42-44, pero su alabanza se basa en la bendición de dar a luz al Mesías. No se basaba en alguna gloria inherente a María. De hecho, luego de esto, María pronunció un canto de alabanza al Señor, exaltando su misericordia, fidelidad y atención a aquellos de humilde condición (Lucas 1:46-55).Muchos creen que María fue una de las fuentes de Lucas para escribir su evangelio (ver Lucas 1:1-4). Lucas registra la visita del ángel Gabriel a María diciéndole que ella daría a luz a un hijo que sería el Salvador.
María no estaba segura de cómo podía ser esto porque ella era virgen. Cuando Gabriel le dijo que el niño sería concebido por el Espíritu Santo, María dijo: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia” (Lucas 1:38). María respondió con fe y dispuesta a someterse al plan de Dios. Nosotros, también, debemos tener fe en Dios y seguirle confiadamente.