Christian La Kisha Brinson, hace 1 año, atendió una llamada donde le decían que su hijo de 15 años, Torianto Junior Brinson, había sufrido un estrepitoso accidente a unos pocos metros de su casa en Missouri City, Texas.
No hacía mucho que la familia se había cambiado de ciudad y Junior iba a su nueva escuela a practicar los deportes; sin embargo, dicha noticia dejo a todos perplejos.
La Kisha recordaba en una entrevista con Fox News lo siguiente: “Un tiempo después mi hija me llamo histérica, diciéndome que tenía que ir inmediatamente a la esquina de la casa. Cuando llegamos al lugar lo encontramos en la calle de arriba tirado”.
Unos 4 servicios de emergencia se quedaron cortos para poder ayudar al chico que estaba sin latidos cardíacos. “El adolescente no respondía, no se movía y tampoco respiraba”, alego la madre.
A Brinson lo trasladaron de urgencia al hospital, pero los doctores decían que había perdido la vida en el terrible accidente. Christian sostuvo que los doctores le habían dejado claro que ya no se podía hacer nada por él.
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La Kisha sabía que había algo que todavía se podía hacer, así que se llenó de fe y tomo la mano de su amado hijo clamando con todas sus fuerzas al Señor para que lo ayudara.
“Junior, yo te necesito por favor no te vayas, inmediatamente sus manos empezaron a moverse. Sus signos vitales volvieron, esto fue un milagro de Dios”, manifestó Christian.
A Torianto lo ingresaron de emergencia a la sala de cirugía y fue allí donde comenzó un largo periodo de recuperación, ya que Brinson sufrió lesiones cerebrales.
El chico estuvo en semicoma por varios meses y al despertar fue sometido a fisioterapia para poder recuperar el movimiento.
“Él presentaba problemas para salir de la cama y levantarse era sumamente difícil para él. Necesitaron 2 personas para que lo ayudaran”, agrego su madre.
Por otro lado, con mucha oración y persistencia, su hijo se pudo recuperar por completo. El joven no puede recordar nada del accidente y tampoco el tiempo que estuvo en rehabilitación.
Actualmente, Torianto está a punto de graduarse de la secundaria y regreso a jugar baloncesto.
“El enemigo quiso robarse a mi hijo, pero mi Dios me lo devolvió. No se preocupen por lo que pueda decir la gente, lo único que necesitamos saber es que Dios tiene, el control de todo”, concluyo la feliz madre.
Compartimos el video en ingles:
Fuente Guíame